Ingredientes:

- Lechuga iceberg
- Agar-agar en hebras
- Gambas peladas cocidas
- Jamón York
- Zanahoria
Para el aliño:
- Un vaso pequeño de vinagre de arroz
- El mismo vaso lleno de azúcar
- 3 cucharadas pequeñas de ajinomoto
- 2 cucharadas pequeñas de sal
- 2 cucharadas soperas de aceite de girasol

 
PASO 1º:

 En primer lugar ponemos con antelación el agar-agar a remojo, para que se rehidrate (unas horas o desde la noche anterior). También ponemos unos minutos antes la lechuga, cortada en juliana, en un bol grande, con agua con hielo, para que quede más crujiente (foto 1ª).
  Por otra parte hacemos el aliño, que es la parte más importante de esta receta. Ponemos en un vaso, la misma cantidad de vinagre que de azúcar. Mezclamos con ayuda de un tenedor o un batidor (el de la foto se compra en IKEA por menos de 1 €), hasta que se disuelva el azúcar. Añadimos, la sal, el ajinomoto (glutamato monosódico), y el aceite de girasol. Mezclamos todo bien. Nos tiene que quedar un aliño blanquecino y con cuerpo (foto 2ª).

 
PASO 2º:

 En el momento de servir, escurrimos la lechuga, le añadimos la zanahoria rallada, las gambas peladas y cocidas, el jamón cocido cortado en tiras y el agar-agar (también escurrido). Le ponemos el aliño y removemos para que empape todos los ingredientes.
  Es una ensalada un poco dulzona, pero muy refrescante y resultona. (foto 3ª)
 NOTA: estos son los ingredientes principales, pero podemos añadirle otros, como brotes de soja, una tortilla francesa fina en tiras, etc.
 El ajinomoto, lo podemos encontrar en tiendas de alimentación chinas, lo mismo que el agar-agar y el vinagre de arroz. Aunque estos últimos se encuentran también en grandes superficies o herboristerías. Podemos sustituir el vinagre de arroz por uno de vino blanco.
 El ajinomoto (foto 2ª) es glutamato monosódico y es un potenciador del sabor. No hay que abusar, ya que llegado a la cantidad correcta el exceso no nos aportara más sabor.