PASO 1º:
Disponemos la harina en volcán e introducimos el resto de
los ingredientes en su interior. Amasamos todo con los dedos, hasta que integremos toda
la mantequilla. Tapamos con papel fim y dejamos reposar al fresco durante un par de horas. Estiramos la masa
con un rodillo y forramos los moldes previamente engrasados de mantequilla
y espolvoreados de harina. Podemos usar tartaletas individuales o un molde
de tarta para 4-6 personas. Pinchamos el fondo con un tenedor y lo rellenamos
con garbanzos u otro peso, para que no nos suba la masa (foto 1ª). Metemos los moldes al horno precalentado a 180º
durante 10 min. Quitamos los garbanzos. La pasta quebrada todavía
no estará hecha, ya que todavía la meteremos de nuevo al
horno. La pintamos de huevo batido, para que aguante luego mejor la humedad y nos quede más crujiente |
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PASO 2º:
Picamos la cebolla y los puerros. Los rehogamos, en una cazuela
con un poco de aceite. Cuando empiecen a cambiar de color añadimos
la morcilla destripada, el beicon picado, y los piñones. Salpimentar
y dejamos que se nos haga un poco. Pelamos las peras, las cortamos en
cuartos, les quitamos el corazón y cortamos los cuartos de pera,
en láminas. Salteamos con un chorrito de aceite o mantequilla en
una sartén. Colocamos en el fondo de los moldes un poco del relleno
de morcilla. Mezclamos la nata con los huevos y el queso, salpimentamos,
y vertemos en los moldes, cubriendo el relleno. Sobre ésta, colocamos una
capa de peras (foto 2ª). Y por último,
encima de la pera ponemos un poco más de la mezcla de la nata con
los huevos. Horneamos todo a 180º durante 20 minutos, hasta que
cuaje.
Servimos caliente, solo, o acompañado de una salsa que nos
guste (foto 3ª) . Yo he elegido
una crema de setas. |