Ingredientes:

- 120 grs. de azúcar blanquilla
- 50 grs. de coco rallado
- 100 grs. de mantequilla
- 100 grs. de cobertura de  chocolate blanco
- 190 grs. de harina de repostería
- Una pizca de sal
- Un huevo L
- 6 grs. de levadura en polvo
- Curry en polvo

PASO 1º:

 En un bol grande, mezclamos con una varilla, el azúcar con el huevo y una pizca de sal. Incorporamos el coco rallado y volvemos a mezclar (foto 1ª). Después añadimos la mantequilla, que deberá estar en punto pomada (blanda, por lo que la sacaremos una hora antes de la nevera). Cuando esté todo incorporado a la masa, vamos añadiendo poco a poco la harina tamizada (pasada por un colador), a la cual le añadiremos la levadura. Iremos añadiendo un poco de harina y mezclando, y así hasta que esté toda incorporada.

PASO 2º:

 Por otra parte, con ayuda de un cuchillo de sierra (para no desafilar el cuchillo), cortamos el chocolate en pequeños trocitos de medio centímetro, más o menos (foto 2ª).  Añadimos estas virutas a la masa, y ahora amasamos con las manos.
  Sobre una placa de horno, colocamos un papel de hornear, y encima vamos poniendo unas bolas de masa, (como albóndigas) y las aplastamos un poco con los dedos.  No hace falta darle demasiada forma, ya que al calentarse la mantequilla, la galleta se expandirá. Por esta razón hay que poner  las bolas de masa espaciadas.
  Por último, añadimos por encima de cada galleta una pizca de curry (foto 3ª).

PASO 3º:

 Metemos al horno precalentado a 180 º durante 5 min., luego bajamos la temperatura a 160º y dejamos otros 10 minutos más. Sacamos cuando empiecen a tomar color por el borde, sin que lleguen a dorarse en el centro. Retiramos y dejamos que se enfríen sobre una rejilla .
  Quedan crujientes por fuera y esponjosas por dentro. ¡A comer, que están riquisimas! (foto 4ª).
 Para guardarlas, podemos utilizar un bote hermético, aunque no creo que os duren mucho.