PASO 1º:

 Primero preparamos los moldes. Como van a ir al microondas, estos no pueden ser metálicos. Podemos utilizar de silicona o de cristal (aptos para microondas). Los bollitos nos subirán en el horno, por lo que es conveniente que sean altos. Podemos usar unos vasos de cristal, en nuestro caso, hemos utilizado unos moldes de soufflé adaptados. Para facilitar el desmoldado, hemos hecho unas tiras de unos seis centímetros de ancho, y unos círculos del diámetro de los boles, con papel sulfurizado (de horno).

PASO 2º:

 Pincelamos los moldes con mantequilla, colocamos en el fondo los círculos y en los lados las tiras de papel (foto 1ª). Si utilizamos vasos, los pincelamos de mantequilla y pondremos una tira de papel que vaya de un lado al otro del vaso, sobresaliendo un poco, para ayudarnos a desmoldar el bollo. Es un bollo, que se pega bastante, por lo que es conveniente esta preparación previa.

PASO 3º:

 Para la masa, mezclamos el queso con el vino. Añadimos la nata y el aceite y mezclamos hasta que esté todo bien integrado.
 Por otra parte, batimos los huevos junto con el azúcar hasta que esponjen y doblen su volumen. Incorporamos la harina tamizada y la levadura. Mezclamos con cuidado de abajo hacia arriba (foto 2ª). Añadimos la crema de queso y continuamos mezclando hasta que se integre perfectamente.

PASO 4º:

 Llenamos los recipientes con la masa unos 2, 5 - 3 cm. (la mitad).
  Cubrimos con papel film por encima. No hay que cerrarlo herméticamente, sino que quede un poco suelto (foto 3ª).
 Introducimos los boles en el microondas durante 5 minutos a 150-200 W de potencia. Sin sacarlos, aumentamos la potencia a unos 500 W y dejamos 90 segundos más.
 Sacamos con cuidado del microondas (foto 4ª). Quitamos el plástico y con cuidado ayudándonos del papel, y aun cuando estén calientes, desmoldamos y sacamos los bollitos (foto 5ª).

PASO 5º:

 Dejamos templar. Se pueden comer fríos o templados. A nosotros nos gustan templados, recién hechos.
 Para degustarlos los abrimos por la mitad y los rellenamos de una mermelada de frutos rojos, o de otra que nos guste.
 Espolvoreamos por encima de azúcar glace y decoramos con alguna fruta, miel....(foto 6ª).
 NOTA: si no tenemos azúcar avainillado, podemos utilizar una cucharilla de extracto de vainilla, u otro aromático que nos guste