Ingredientes:

- 600 grs. de muslos de pollo
- Una zanahoria
- 2 dientes de ajo
- Una cebolleta
- Una docena de almendras
- Un vasito de brandy
- Azafrán
- Sal y pimienta
- 7 huevos
*Para acompañar:
- 6 pimientos del piquillo
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre de jerez
- Una manzana Verde
- Canónigos
- Pan de molde de semillas

PASO 1º:

 Primeramente hacemos un guiso de pollo. Para ello cortamos los muslos en dos y les quitamos la piel (para que no suelten tanta grasa). Ponemos una cazuela al fuego con un poco de aceite y sofreímos en ella los muslos previamente salpimentados. Una vez dorados por todos sus lados los sacamos a una fuente. En esa misma cazuela ponemos los ajos pelados  y picados. Cuando el ajo empiece a “bailar” añadimos la cebolleta y la zanahoria picada. Añadimos también las almendras. Sazonamos y dejamos que se poche bien toda la verdura.

PASO 2º:

 Una vez tengamos toda la verdura pochada, incorporamos de nuevo al guiso los muslos (foto 1ª). Añadimos unas hebras de azafrán y vertemos el vaso de brandy. Dejamos que este evapore el alcohol.  Vertemos entonces el agua, sin llegar a cubrir totalmente las piezas de pollo. Cocinamos durante una media hora, hasta que veamos que la carne esta tierna. Ponemos el guiso a punto de sazonamiento. Dejamos tapado hasta que se enfríe totalmente. Sacamos los muslos y los deshuesamos (foto 2ª).
  Ponemos en un vaso americano o en el de la batidora, la carne troceada, la verdura, las almendras y un  poco del caldo del guiso. Trituramos hasta conseguir una pasta.

PASO 3º:

 Añadimos uno a uno los huevos (foto 3ª), y seguimos triturando, hasta conseguir una especie de crema. Ponemos a punto de sazonamiento. Luego al cocinarse el pastel queda un poco soso, por lo que el punto de sazonamiento de la masa tiene que ser alto.
 Vertemos en un molde de silicona, tipo plum-cake. Si no tenemos de silicona, y utilizamos uno metálico, de cristal o porcelana, lo encamisamos previamente de mantequilla y pan rallado, y ponemos en el fondo una tira de papel sulfurizado (ver foto).  

PASO 4º:

 Metemos el molde al baño María en el horno a 110 -120º (foto 4ª), durante una hora, o hasta que al introducir una brocheta ésta salga limpia.  Retiramos y dejamos enfriar encima de una rejilla.
  Para el baño María, colocaremos un recipiente más grande con dos dedos de agua. Entre éste y el molde del pastel, colocaremos un cartón, para que haya un contacto directo entre los dos moldes. De esa manera conseguiremos un horneado más homogéneo, sin que nos salgan burbujas. 
  Para las tostadas de pan, cogemos el pan de molde y le quitamos la corteza. Seguidamente lo estiramos con ayuda de un rodillo hasta que reduzca su grosor a la mitad (foto 5ª). Cortamos en dos o en cuatro partes iguales, según el tamaño que le queramos dar a nuestros pintxos. Tostamos sobre una sartén antiadherente.

PASO 5º:

 Para acompañar hacemos una salsa de piquillos, triturando los pimientos con 2 ó 3 cucharadas de aceite y una de vinagre de vinagre.  Ponemos a punto de sal y de pimienta.
 Una vez frio el pastel, lo desmoldamos y lo cortamos en rodajas de un centímetro aproximadamente (foto 6ª).  Damos a éstas las formas de las tostadas de pan.
  Hacemos el sándwich colocando el pastel entre dos tostadas. Disponemos estas de pie en el plato de presentación.
 

PASO 6º:

 Decoramos con unos trocitos de manzana, unos canónigos (o unos brotes tiernos) y un poquito de salsa (foto 7ª).
 NOTA: este tipo de pastel dura mucho en la nevera, bien tapado para que no nos coja olores.  Es recomendable sacarlo con antelación para comerlo a temperatura ambiente. Podemos utilizarlo de múltiples formas, cortado en cuadraditos para añadirlo a ensaladas (ver foto),  encima de una tosta con una mermelada de una fruta ácida….etc.
 Podemos hacer este pastel con otros guisos de carne, pescado o marisco. Y al igual que las croquetas, utilizar los restos para elaborarlos, dando así cuenta de la cocina del aprovechamiento.