PASO 3º:  

 Transcurrido el tiempo de reposo, estiramos la masa con el rodillo, sobre una superficie enharinada. Con ayuda de un cortapastas o un molde redondo, vamos cortándola en círculos (foto 3 ª). La masa sobrante, la volvemos a amasar, la estiramos y hacemos nuevos círculos.
  Rellenamos el centro de esos círculos con una pequeña proporción del relleno. Mojamos un poco el borde de las empanadillas con agua (o huevo batido), y las doblamos sobre el relleno "en dos", aplastando ligeramente el borde con las puntas de un tenedor, para sellarlas bien (foto 4 ª).

 

PASO 4 º:

 Ponemos en una sartén honda, abundante aceite y cuando ésta, esté caliente, vamos friendo las empanadillas hasta que estén doradas, regándolas de aceite por encima con ayuda de un cuchara. Sacamos sobre papel absorbente, para que suelten el exceso de aceite. También las podemos pintar con huevo batido y hornearlas durante 15 minutos a 200º.
  Las colocamos en un plato y las acompañamos de una buena salsa de tomate casera (foto 5 ª). Un plato sencillo y que gusta a todos los de la casa.
 NOTA: El que conozcamos la empanada en nuestro país tiene muy probablemente su origen en la entrada de los árabes en Al-andalus ya que preparaban una especie de empanadillas de trigo rellenas con carne de cordero conocidas como fatay o esfiha, así como otras variedades tanto dulces como saladas, que pronto calaron hondo entre los habitantes, y se fueron difundiendo a todos los rincones de la península. Actualmente se rellenan de los más variados ingredientes, y sigue siendo un plato informal, para comer con las manos.