Ingredientes:

*Para el bizcocho:
- 40 grs. de mantequilla
- 20 grs. de tapenade
- 2 ó 3 tomates secos
- 2 huevos
- 90 grs. de harina
- 5 grs. de levadura en polvo
- Una pizca de azúcar

*Para el frosting:
- 200 grs. de queso  tipo philadelphia
- Albahaca fresca

PASO 1º:

 Para realizar esta tapa, vamos a utilizar tomates secos, que tienen mucho sabor. Los podemos comprar en aceite, que estarán listos para utilizarse. O bien, rehidratarlos nosotros, sumergiéndolos en agua templada, durante no menos de una hora. Si tenemos prisa, los cocemos en una cazuela con agua durante 5 minutos aproximadamente. Después, los escurrimos y  secamos bien. Cuando estén completamente secos y fríos, los colocamos en una fuente y los cubrimos con aceite de oliva. Los dejamos macerar por lo menos durante 15 minutos, antes de utilizarlos.  Podemos guardarlos cubiertos de aceite durante varios días. 

PASO 2º:

 Para hacer la masa de los cupcakes, primero batimos los huevos en un bol. Le añadimos la mantequilla en pomada (para ello la sacamos al menos una hora antes de la nevera).  Incorporamos entonces los elementos sólidos, la harina tamizada, la levadura, el azúcar y la tapenade y mezclamos bien hasta que esté todo integrado. Aunque son unos bizcochos salados no le ponemos sal porque la tapenade lleva bastante (está elaborada con anchoas y aceitunas negras). Añadimos los tomates secos muy picados (foto 1ª) y una pizca de azúcar para contrarrestar la potencia de estos. Ponemos la mezcla en una manga pastelera, para facilitarnos el relleno de los moldes. Rellenamos con la masa dos tercios de los moldes (foto 2ª). Metemos en el horno precalentado a 180º durante unos 10 minutos. Comprobamos que estén hechos metiendo una brocheta en el centro de la masa. Si la brocheta sale seca, los sacamos del horno, si sale húmeda las dejamos unos minutos más.

PASO 3º:

 Sacamos del horno y dejamos sobre una rejilla a temperatura ambiente hasta que se enfríen.
 Para el  frosting, escaldamos las hojas de albahaca limpias en agua hirviendo con sal un segundo, metemos y rápidamente sacamos, con ayuda de una espumadera a un baño de agua con hielos para fijarle el color (foto 3ª). Trituramos el queso con la albahaca, hasta integrarlo perfectamente. Metemos la crema en una manga pastelera con una boquilla rizada y la guardamos en la nevera hasta su utilización, para que coja cuerpo.
 Cuando  vayamos a degustar los cupcakes, ponemos sobre los bizcochos una montaña de crema de albahaca con ayuda de la manga. Y a comer… (foto 4ª)