PASO 1º:
Ponemos en un cazo agua a calentar. Cuando esté caliente, sin llegar a hervir, apartamos del fuego e introducimos los lomos de bacalao con la piel hacia arriba durante 2-3 min. dependiendo del grosor (foto 1ª). Sacamos con un espumadera, los dejamos templar, les quitamos la piel y los desmenuzamos sacándoles las lascas (láminas).
Quitamos la capa exterior de las cebolletas, las partimos longitudinalmente en dos y las cortamos en tiras muy finas (en juliana). Durante cinco minutos, las sumergimos en un bol con agua y hielo, para que el frío las retuerza dándole forma y queden más crujientes al paladar. Escurrimos todas las tiras y las secamos perfectamente con ayuda de un trapo. |
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PASO 2º:
Pelamos la naranja "a lo vivo", para ello, retiramos los dos extremos de las naranjas, apoyamos uno de ellos sobre la tabla de cortar, y las pelamos con ayuda de un cuchillo bien afilado, teniendo la precaución de pegar bien el filo a la pulpa de la naranja (foto 2ª), para evitar que se queden restos de la piel blanca de la corteza. Seguidamente, cortamos cada pieza de fruta en rodajas finas.
Distribuimos las rodajas de naranja en los platos, sin tocarse entre sí demasiado. Salamos la naranja un poco. Ponemos encima las láminas de bacalao y esparcimos la cebolleta. Sazonamos, y decoramos con unos círculos de aceitunas negras.
Regamos el conjunto, con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra como único condimento, ya que la naranja ya aporta el toque ácido. Un plato sencillo, refrescante y muy sano.(foto 3ª) |