PASO 1º:

 En primer lugar retiramos la piel y los huesos de los muslos de pollo y cortamos la carne en pedazos menudos. A éstos les hacemos unas incisiones pequeñas para que penetre mejor el marinado. Depositamos el pollo en un bol, con los ajos y el jengibre picados, el Tandoori, el jugo de limón y un chorrito de aceite (foto 1ª). Mezclamos bien y dejamos macerar en la nevera, cubierto con papel film durante la noche o un mínimo de 4 horas.
 Por otra parte,  lavamos bien el arroz, bajo el chorro del agua del grifo, para que suelte la fécula (foto 2ª).

PASO 3º:

 Una vez elaborado el sofrito, añadimos el arroz escurrido. Lo rehogamos un par de minutos y vertemos el caldo caliente de pollo (o agua sazonada), a razón de una parte de arroz, por parte y ¼ de caldo, y una cuchararda de cilantro picado (foto 4ª). Cocemos a fuego fuerte durante 2 minutos, rectificamos el sazonamiento, tapamos y lo dejamos cocer 8 minutos más a fuego suave, para que se cocine en su propio vapor. Pasado este tiempo apartamos la cazuela y dejamos reposar 4 minutos más.

PASO 4º:

 Servimos, espolvoreándolo con el resto del cilantro picado y  acompañándolo con un par de cucharadas de yogur griego.
 NOTA: podemos añadirle también otras verduras al sofrito, como zanahorias, berenjena…. Si no estáis acostumbrados a las especies, las primeras veces no pongáis mucha cantidad de Tandoori, jengibre y cardamomo.